Se ponen en un vaso de leche dos yemas de huevo, 12 ó 15 cucharadas bien llenas de harina, 7 cucharadas de azúcar y un poco de vainilla en polvo, la harina se el va echando poco a poco y removiendolo todo bien, se le añade después un poco de sal.
Aparte, se derriten dos onzas de mantequilla y cuando está derretida y templada se mezcla bien todo y se revuelve hasta que la pasta esté espesa y forme al levantarla, como una cinta, entonces se mete la pasta en una manga pastelera de tela (que las venden ya así para hacer tortas), y al final de la manga se coloca como un pequeño embudo de hojalata finito o de plástico que es la boquilla y se va echando la pasta sobre una placa de horno untada en mantequilla, haciéndolas de forma larga y estrecha y se ponen al horno que conviene esté fuerte.
Las lenguas de gato se doran en cuestión de minutos.
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